dilluns, 14 de desembre del 2009

¿Como hay que llamarle a un asesinato de estado?

Jaume Fortuño

Durante el año 2008 hemos visto como el gobierno de Uribe y el ejército nacional se veían envueltos en el escándalo de los “falsos positivos”. Jóvenes de barrios humildes reportados como guerrilleros muertos en combate para que sus verdugos pudieran disfrutar de permisos o ascensos en su carrera militar.
La apropiación del tema por parte de ciertos sectores sociales y políticos así como la visibilidad que obtuvo en los medios de comunicación, llevaron a que se emprendieran algunas medidas en relación a los “falsos positivos” de los que la ONU reconoce más de 1800 casos(1). A fecha de hoy se han adelantado cerca de 1300 investigaciones contra miembros de la fuerza pública por su responsabilidad en estos crímenes(2), y por ahora el resultado de ellas han sido 39 condenas(3). Estos procesos abiertos por la fiscalía y la procuraduría, las medidas adoptadas por el ministerio de defensa en noviembre del 2008 y la presión de la comunidad internacional han hecho que el numero de los ahora “mal llamados falsos positivos” disminuya de forma significativa.
Según el Informe Sobre Falsos Positivos del Primer Semestre de 2009 publicado por CINEP, de las 337 víctimas de esta modalidad de ejecución registradas en el año 2007, y las 196 en 2008, se ha pasado a solo 4 en la primera mitad de este año. Pero el mismo informe apunta algo más; en el mismo periodo se ha dado un incremento proporcional de los asesinatos por intolerancia social. Estos habrían pasado de los 31 de 2006, a 137 en el pasado 2008, y 180 hasta setiembre de 2009 (4). La víctimas más frecuentes de estos crímenes han sido jóvenes, trabajadores, habitantes de la calle, vendedores y consumidores de droga, trabajadoras sexuales… previamente amenazados por las campañas de pamfletización llevadas a cabo por los paramilitares. Los barrios humildes de ciudades como Barrancabermeja, Bogota o Medellin han sido los más azotados por esta campaña de limpieza social.
Además, durante este año algunos colectivos han visto como las violaciones a los derechos que sufrían han aumentado; desde las comunidades indígenas donde los crímenes se han duplicado, hasta el sector jurídico donde jueces y fiscales han sido amenazados(5). Asimismo campesinos y defensores de ddhh siguen denunciando los mismos abusos represivos que llevan padeciendo desde hace años. Aunque las cifras de violaciones de derechos resultan estremecedoras cabe tener en cuenta que muchos casos nunca llegan a ser denunciados, sobretodo en aquellos sectores sociales que menos posibilidades tienen de hacerlo, como la gente de los barrios populares donde la irrupción del paramilitarismo se ha dado con una gran fuerzan durante los últimos años. Y también que muchos crímenes por intolerancia y violencia política son presentados ante la opinión pública como resultado de la delincuencia común, reforzando así aún más una política de seguridad cuya única forma de resolver el conflicto social es mediante el uso de la fuerza.
Los llamemos falsos positivos, ejecuciones extrajudiciales, desapariciones forzadas o como queramos, los crímenes de estado (o del paraestado cuando sea necesario) siguen sucediendo. Pueden cambiar los nombres i las estrategias pero la realidad de la persecución y el exterminio de la oposición politica sigue constante. Incluso ya no hace falta ni enfrentar-se al estado para estar en su punto de mira tal como lo demuestran muchas de las ultimas denuncias. Los falsos positivos no fueron un error cometido por unas pocas manzanas podridas, sino una practica sistemática motivada por la política de incentivos para presentar éxitos militares en la lucha contra la insurgencia. Del mismo modo en que el exterminio de opositores y excluidos en el campo y las ciudades de Colombia no son nada ajeno al proyecto de seguridad democrática.

1http://www.desdeabajo.info/index.php/actualidad/colombia/4902
2http://www.caracoltv.com/node/136288
3espectador 1 de noviembre, entrevista a Christian Salazar
4Banco de Datos de Derechos Humanos y Violencia Política – CINEP-PPP, Septiembre de 2009
5espectador 1 de noviembre, entrevista a Christian Salazar

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